Trabajos de carpintería, calidad de los materiales

La habilidad personal es la primera condición para que un trabajo de carpintería salga bien.

Las herramientas adecuadas son la segunda y la tercera tiene que ver con la calidad de los materiales. En el caso particular de los trabajos de carpintería es la madera. La correcta elección es la que favorecerá la obtención de los mejores resultados. Pero elegir no es tarea fácil, debido a la gran variedad de tipos de madera y a la posibilidad de fallas que aparecen con frecuencia (nudos, alabeos, etc, ficha N°4).El técnico 0 especialista distingue fácilmente entre maderas útiles y las que no sirven al trabajo que se propone a realizar en el hogar.

Para los aficionados al bricolaje, lo mejor será informarse en el lugar donde realiza habitualmente la compra, o si se trata de aprovechar la madera de muebles viejos, con carpinteros expertos. A ellos les apasiona hablar de las maderas, como que sienten un particular cariño por su material de trabajo.

Entre las más de dos mil especies maderables del planeta hay unas cien frondosas y unas cincuenta coníferas que se comercializan con frecuencia. En Argentina, pueden conseguirse: el pino brasil, el pino Elliotis, viraró, guatambú, cedro, (procedencia Brasil o Bolivia), mara, llamada también caoba boliviana, la cerejeira o roble del Brasil. Además, algarrobo, quebracho, y lapacho, entre las muy duras. Lenga, cohihue y ciprés representando a las cordilleranas del sur. Esta enumeración es incompleta. El mercado local se encuentra sobresaturado de distintos tipos de maderas v el aficionado podrá encontrar el material que mejor de adecue a sus necesidades. Esto sucede así por la tala indiscriminada de los bosques. El afán de lucro de algunas empresas está desertizando el planeta sin mirar nada más que su ganancia sin límites.

Propiedades físicas de la madera

  • Contenido de humedad: El agua puede encontrarse en la madera bajo tres formas diferentes: de constitución (integra la madera) , de impregnación, (contenida en las paredes celulares ) y agua libre, que es la que llena las cavidades entre célula y célula. Esta es el agua que se evapora en el secado y se recupera en parte cuando la madera se sumerge.
  • Higroscopicidad: La madera intercambia vapor de agua con el ambiente en forma constante. Cuando varía el contenido de humedad también cambia la densidad y sus dimensiones. Una sustancia, en este caso la madera, es más higroscópica cuanto más agua absorbe. Por esa razón la madera menos higroscópica será la más estable.
  • Dilatación y merma: La humedad que se incorpora a la madera hace que se hinche y por el contrario, en la medida que elimina agua por vaporización, sus dimensiones se achican. (merma).
  • Densidad: Es una de las propiedades más variables si se compara entre distintas clases de madera. Se entiende que el duramen tendrá mayor peso específico que la corteza y la albura. Comparando la densidad entre las especies la variación puede ser muy grande, desde la madera balsa que ronda los 300 gr por dm3, hasta los 1200 gr del lapacho.
  • Conductividad térmica: Si bien la madera se inflama a temperaturas bajas con relación a las que se desarrollan en un incendio, no por eso es de los elementos más peligrosos. Además hay precauciones que pueden tomarse preventivamente: se puede adquirir madera tratada con ignífugos en el mismo aserradero también se puede pintar con pinturas adecuadas que impiden la formación de las llamas. Tomar estas precauciones no reviste un costo exagerado y está comprobado que el beneficio será grande en el caso de incendio, sobre todo en pisos, techos y paredes revestidas con madera. En cuanto a la transmisión del calor la madera se comporta como aislante dentro de los marcos de las temperaturas normales. Y en tanto permanezca seca, tampoco es conductora de la electricidad.

El roble

El roble, madera dura por excelencia, ya no se encuentra en dimensiones grandes. Difícil que las piezas superen una pulgada de espesor y 4 a 5 de ancho. Su ciclo de desarrollo es muy lento y la industria maderera ha debido apelar a otras especies de la misma familia para reemplazarlo. Hay que sumarle también la lentitud en el secado,

En Estados Unidos se producen al menos dos grupos: el rojo y el blanco. El primero es pesado, duro y de gran resistencia a los golpes. Da una madera porosa y desprende gran cantidad de agua en el secado. Por su parte, la del roble blanco es fuerte, pesada, muy dura y sus poros son impermeables a los líquidos, razón que la vuelve muy apreciable para tonelería (añejado en cuba de roble, dicen de los buenos vinos y muchos licores) y también para aplicaciones exteriores, pisos entablonados, parqué, zócalos y muebles de estilo.

De iguales características en cuanto a veta y coloración el aficionado puede encontrar en el mercado local, a menor precio y en buenas condiciones de estacionamiento la cerejeira, madera de procedencia brasilera o boliviana. La apariencia final del trabajo, y sobre todo si se tiñe, será muy similar al roble.

Cedro

Pertenece a la familia de las coníferas y su madera, por lo general de color rojizo es muy apreciada por expertos y aficionados debido a la facilidad con que se trabaja. A esto hay que sumarle la durabilidad aún a la intemperie. Ideal para puertas y ventanas (para los marcos hay que usar maderas más duras como el incienso o la grapia), y también para mesas, bancos, balaustres y pasamanos, sin dejar de lado el uso en embarcaciones y techumbres. La resina que segrega la protege de la humedad y brinda una fragancia suave y penetrante. Se puede cepillar, lijar y pulir sin dificultad y admite barnices, lacas y pinturas sin atacarlas. Su pulpa es muy cálida así como blanda y esponjosa: los golpes la marcan con facilidad y hasta con la uña se la puede rayar. Estas características hacen del cedro una madera muy buscada por todos los artesanos y los que realizan trabajos de bricolaje.

En nuestro País se consigue sin dificultad cedro procedente de Brasil y de Paraguay. Hay dos variedades: una roja y otra blanca, dependiendo la elección del destino que le vayamos a dar.

Caoba

Gran dureza, alta densidad, color oscuro, brillo dorado natural, son las características sobresalientes de esta madera. Y gracias a ellas, siempre se la eligió para hacer los muebles más finos. La caoba es resistente a los insectos, a los hongos y a la intemperie, por esa razón fue por mucho tiempo una de las maderas más codiciadas para la fabricación de cajones mortuorios.

En cuanto a trabajabilidad y labrado hay que señalar que debido al crecimiento de las vetas no siempre en la misma dirección, el cepillado se vuelve difícil si no se conoce la técnica adecuada (avanzar de a poco y cambiar el sentido de avance de la tabla cuando sea necesario). Por lo general tiende a levantar asperezas.

Fuente: bricolajehogar.net

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