Los problemas con la luz en el hogar son algo muy habitual pero que a la vez nos resultan muy aparatosos. Nosotros os recomendamos que tengáis una linterna en un lugar de fácil acceso y, sobre todo, que tengáis localizado el cuadro de eléctrico.
Lo primero que debes hacer es determinar el alcance de la avería: ¿eres solo tú? ¿El edificio entero? ¿El resto del vecindario? Mira por la ventana, o sal fuera para comprobar si tus vecinos también han sido afectados.
Si el apagón es general, ya sabes, ponte en contacto con la compañía eléctrica, ármate de paciencia y busca utensilios con los que iluminar la estancia durante la avería. Nunca está de más en invierno tener preparado un pequeño kit anti apagones con mecheros/cerillas, velas, linternas… y recuerda que nuestros modernos móviles pueden sacarnos del atolladero fácilmente.
Pero, ¿qué puede provocar un fallo eléctrico en una zona concreta?
Desde un circuito sobrecargado, hasta un cableado o enchufe en mal estado, una bombilla fundida, la humedad, un aparato averiado…
Lo importante es acotar el problema hasta dar con la causa (un enchufe, un electrodoméstico…) y poder apartarla del circuito eléctrico general de la casa, para restablecer el suministro al resto de la casa.
Es muy importante, por tanto, que tengas bien identificadas las zonas de la casa en el cuadro eléctrico para facilitarte la vida en casos de emergencia como apagones. Si no tienen las típicas pegatinas junto a cada PIA (“cocina”, “salón”, “dormitorio”…), dedica 5 minutos a bajar y subir cada uno y anotar qué zona se apaga. Recuerda que este es un trabajo a realizar “cuando todo va bien”, y te será de infinita ayuda cuando más lo necesites.